El rincón del cofrade es un bar que está situado a en el número 8 de la calle San Marcos.
Este lugar tiene una puntuación de 4 en Tripadvisor por lo que está bastante bien situado.
Este local, guste o no guste, es un sitio muy original, con encanto propio, pintoresco y sin duda un lugar de obligada parada a todo aquel que le guste la Semana Santa.
Desde que entras, puedes observar que no un hay hueco libre en las paredes y en los techos, todo está lleno de recuerdos emotivos de la Semana Santa. Encontramos desde las típicas fotos de Vírgenes y Santos a cosas muy particulares que hacen al local un lugar especial. Le unimos un intenso olor a incienso junto con una radio puesta hablando durante todo el tiempo de la Pascua, lo convierte en un sitio único y en cierto modo espectacular.
Comida y bebida.
Bebimos un par de cañas y un par de vinos sin alcohol. Servidos en una copa grande.
Comida. No se puede elegir tapa, y va saliendo en el típico sistema de primera, segunda, tercera…
La primera
La primera tapa fue de bacalao rebozado. El bacalao, estaba muy bueno, rebozado con una capa de harina, que lo hacía bastante crujiente, sin duda estaba bien frito. Cuando lo mordías, podías ver que era muy blanco y jugoso. La cantidad fue un poco extraña, ya que fueron 5 piezas para dos personas.
La segunda
La segunda tapa eran alitas fritas, no estaban rebozadas, pero sí muy bien fritas, crujientes y en su interior no se observaba ni una pizca de rojo. Uno de los grandes fallos cuando comes alitas en un bar es que a veces se doran, pero queda un poco crudas en su interior, en este caso no pasó y la verdad es que estaban buenísimas.
Acompañamiento. Los dos platos estaban acompañados de lechuga, para ser más exactos, creo que eran cogollos y estaban cortados en juliana, coronados por una salsa tártara que creo que no hacían ellos. Acompañaban muy bien a la fritura.
Precio. El precio fue 2.20 € la consumición, por lo que en mi opinión estaba bastante bien, calidad / precio.
El servicio. La verdad es que ninguna pega, los camareros fueron simpáticos y atentos, la comida tardo muy poco en salir y destacar que tiene más mérito, teniendo en cuenta de que estaba lleno.
El Local
Respecto a su historia, comentar que solo lleva cinco años abierto en esta localización, según nos contó una camarera, muy simpática y con una sonrisa agradable, antes estaban en Cenes de la Vega y hace cinco años, decidieron dar el salto a la capital y visto como estaba el día que estuvimos, ha tenido una magnífica aceptación.
Por otro lado, destacar, un punto que me llamo mucha la atención, la carta. Por un lado, decir, que tenía todos los alérgenos indicados por platos, como tiene que ser y dice la normativa. Es inútil, aunque muchos sitios lo hagan, poner los alérgenos al final y dar la posibilidad de preguntar. Eso según la normativa lo incumple igual que si no los tienes. Por ello felicitar a este local que lo hace bien. Pero, por otro lado y lo que más me sorprendió es que la carta de raciones no venía indicado el precio, esa es la función básica de la carta y además contraviene la norma de tener todos los precios expuestos al público. Eso sí, si le preguntas al camarero te lo indica muy amablemente, aunque en 10 minutos no podíamos acordarnos de todos ellos si quisiéramos volver a pedir.
Para terminar, decir que sí sería un local al que volvería y que recomendaría, al menos una vez es imprescindible, ya que el local es de lo más original que he visto en la ciudad, y además tienen tapas que están bien por lo que sin duda volveré.
Espero que os haya gustado la crítica. Agradecería vuestros comentarios e intercambio de opiniones.
¡Muchas gracias!